A la hora de «vestir» espacios sobrios, pero con encanto y armonía, los profesionales de la construcción eligen este gres natural ya que satisface con solvencia los criterios más exigentes de la arquitectura actual. Gracias a su extrema dureza, su resistencia a los choques térmicos y su excelente comportamiento ante las heladas, los suelos cerámicos de Terraklinker son una solución muy segura en zonas de clima severo. El Gres de Breda exige un equilibrio óptimo entre la temperatura máxima de cocción (1.360º C), la estabilidad de la masa y las distintas atmósferas del horno. Esta armonía es fundamental para conseguir las altas prestaciones técnicas presentes en todas las colecciones de Terraklinker.