El compromiso medioambiental de Terraklinker

El compromiso medioambiental de Terraklinker

IMPACTO AMBIENTAL Y DESARROLLO SOSTENIBLE

Las acciones que se ponen en marcha para reducir los impactos ambientales que provoca la industria en su entorno pasa por aplicar  medidas preventivas así como una serie de buenas prácticas medioambientales.

Terraklinker es consciente de que la aplicación de dichas buenas prácticas es una mejora para el medioambiente y para la salud de sus empleados, colaboradores y clientes; por lo que nos comprometemos a respetar y cumplir las directivas europeas referentes a la Prevención y Control Integrado de la Contaminación (IPPC), así como todas las Leyes, normas, condicionantes y valores de emisión que se especifican en la Autorización Ambiental Integrada.

Ambas cuestiones, son la base de la legislación medioambiental actual que buscan reducir al mínimo las emisiones contaminantes de las industrias, para de esa forma evitar el impacto medioambiental de los procesos productivos.

Terraklinker tiene en cuenta las Mejores Técnicas Disponibles (MTD), el coste económico, la instalación, la localización y las características ambientales propias para desarrollar diversas medidas a tener en cuenta para reducir el impacto ambiental en aspectos como las emisiones peligrosas, el reciclaje de materiales o el ahorro de agua y energía.

Ésas son algunas de las Mejores Técnicas Disponibles que nuestra compañía aplica:

  • La utilización de materias primas 100% naturales sin componentes químicos sintéticos adicionales. El gres de Terraklinker está compuesto de arcillas provenientes de canteras cercanas al centro de producción que se sitúa en Castelserás en la provincia de Teruel.
  • Se evita la emisión de partículas de polvo difusasdurante todo el manejo de las materias primas que se usan para la fabricación así como en su almacenamiento. Se utilizan filtros de aspiración de partículas que posteriormente se reciclan completamente en la composición de arcillas utilizada.
  • Para su uso en la composición de arcillas se reutilizan todos los desechos de piezas que se generan en cada una de las fases de producción, se garantiza al 100% su reciclado.
  • Se cuida el aprovechamiento térmico: en la fase de enfriamiento de los hornos, se envía el calor residual a los secaderos con el fin de evitar el consumo de energía y emisiones que produciría el generador de aire caliente de los secaderos.
  • Uso eficiente del agua, utilizando ésta en el proceso de extrusión de manera automatizada para dar forma a las piezas que después en los secaderos se evapora, de forma que podemos garantizar que en los procesos no se generan vertidos de aguas residuales industriales.
  • A pesar de que para la producción de la cerámica se consume energía y de que dicho proceso conlleva también la generación de residuos y la emisión de dióxido de carbono, Terraklinker ha conseguido optimizar notablemente el proceso de fabricación, reduciendo el consumo de gas en los hornos, mediante sistemas eficientes de recuperación de calor con intercambiadores de aire, aprovechando el aire caliente como “oxígeno” de combustión de los quemadores; además se utiliza materiales de última generación en el revestimiento interno de los Hornos, consiguiendo así una combustión más eficiente.
  • Para la salud de los empleados del centro de producción y mediante técnicas de insonorización, se cuida de evitar el excesivo nivel de ruido en cada una de las etapas de fabricación de la cerámica.

Todas estas medidas impulsadas por Terraklinker, no sólo hacen que nuestro proceso de producción sea respetuoso con el medioambiente, sino también que el producto resultante sea de gran calidad, no genere emisiones tóxicas y tenga un efecto positivo en el entorno. Sus dos únicos elementos básicos, el agua y la arcillas, junto con un proceso térmico completamente controlado, convierten a nuestro producto en un material sostenible muy valorado con excelentes prestaciones técnico-estéticas. Se puede también destacar su elevada inercia térmica, lo que hace que actúe eficientemente como regulador del calor. Es un material sano al no transmitir ni olores ni bacterias. Asimismo, su uso en decoración de interiores permite crear ambientes agradables y confortables con una buena conducción del calor, lo que permite rentabilizar el dinero invertido en calefacción.

Por otro lado al estar la fábrica de Terraklinker-Gres de Breda ubicada cerca de las explotaciones mineras de arcillas, la huella del transporte en términos medioambientales es mínima; no se tiene que traer materias primas de lugares lejanos, contrariamente a las prácticas de la industria cerámica de gres porcelánico.